miércoles, 23 de noviembre de 2011

Invitación a la suerte

“Muchachas de piel morena
con agua y sal en los ojos
y los gallos con manojos
de colores en la arena”

Infantas de piel morena, espontáneas y libres como el padre que las vio nacer, infieles a Velázquez,  estallan como eco ancestral en folklóricas fabulaciones, que se inventan para existir un linaje.
De estirpe africana, se refugia en el  Monte, sitio sagrado donde toman posesión  orishas, plantas y  animales, cual lentejuelas bordadas en la amplitud de sus trajes.
Anunciadoras de paz, fuerza y amor cobran vida sus deidades, esas,  hijas exclusivas del Monte.
Bravo y fantásticos dibujos;  poblados cuerpos multiformes, animales, alas de ángeles, pájaros en vuelo, números, cartas y escaleras, designios  de ascenso al cielo,  se leen al explorar texturas y colores.
Vigoroso el gladiador, anuncia el nuevo día, entre cromáticos caprichos despiertos en el lienzo, una suerte de soñar despierto siempre.
De nuevo la Infanta, ella ahora vestida de negro.
Por ahora solo perdonarme la tristeza, pretendo pedir permiso para detener el tiempo, y seguir escuchando, esa su invitación a la suerte.

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